El difícil escenario social, político y económico que se vive en Cuba, hace décadas, obligó a gran parte de la población a partir de su tierra buscando su bienestar y brindar una mejor calidad de vida a sus familias.
Las últimas estadísticas, obtenidas en agosto del 2020, demuestran que al menos 1.600.000 cubanos migraron a distintos países de América del Norte -en especial Estados Unidos-, Europa y por supuesto Sudamérica, en los últimos años. Esta es una cifra alta, considerando que la población de la isla ronda los 11 millones de habitantes, según el último censo.

Paraguay no es un territorio ajeno a esta situación, ya que por estos lares también viven una importante cantidad de cubanos. Comentaba Carlos Carrera, un residente en el país, en el live de Espacio en Blanco que la Comisión Nacional de Refugiados (Conare) del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) contaba con 700 expedientes de familias de la isla residiendo en el país. Teniendo en cuenta que cada clan tiene su número de integrantes, estiman que actualmente hay entre 2.000 y 3.000 cubanos viviendo en Paraguay.
El viaje a Paraguay
Los que desean salir del país caribeño deben pasar toda una travesía. El proceso es costoso y también complicado, pues de ser descubiertos podrían ser, como mínimo, condenados a prisión. Los casos de nuestros entrevistados Carlos Carrera y Eddie Rodríguez no escapan a esta realidad.
Por el lado de Carrera, intentó en varias veces dejar su tierra en reiteradas ocasiones sin éxito. Hasta que finalmente, logró conseguir un pasaje de avión que pensaba que tendría destino a Estados Unidos, pero según explicó fue víctima de una estafa y quedó varado en Paraguay, viviendo en la zona del mercado de la ciudad de San Lorenzo.

«Supuestamente de acá me iban a llevar a Estados Unidos y me quedé acá, al principio fue bien difícil. La suerte ha sido la bondad del Paraguay. Paraguay no te va a dejar morir de hambre, viví entre dos y tres meses comiendo en casas de gente que ni me conocían», relató.
Carlos además agregó que tuvo que lidiar con diversos choques culturales, como el uso de dos idiomas –español y guaraní– que no entendía muy bien, e incluso hasta en la comida, según comentó entre risas: «Mi primera vez, cuando llegué a un copetín pedí una sopa porque necesitaba algo líquido y me traen una sopa paraguaya, que es totalmente sólida. Ahí fue uno de los grandes choques».
Carlos pasó por distintos obstáculos en su llegada y adaptación al país, recordó que sufrió de hipotermia, por falta de abrigo y una buena alimentación, en sus primeros días ya que llegó entre junio y julio, meses de invierno en territorio nacional. Explicó que varios paraguayos le demostraron su solidaridad cuando aún no conseguía trabajo y podía costearse comida para el día a día. «Creo que salí adelante gracias a la bondad de Paraguay. Hace unos días, nos hicieron una contramanifestación y nos gritaron apátridas. Ahí dijimos que tenemos la virtud de tener dos patrias: Cuba que es la nuestra y Paraguay la segunda», subrayó.
Luego de seis años, logró establecerse en el país; es propietario de la Academia Paraguaya de Coctelería, se dedica al rubro gastronómico y está casado con una paraguaya con quien tiene dos hijos, mientras aún cuenta con familia en Cuba como su hijo mayor, sus padres y más familiares. “Mi vida está prácticamente en Cuba también”, indicó.

Mientras que la odisea de Eddie Rodríguez inició el 7 de noviembre del 2017, cuando por ser un activo opositor en su país iniciaron un proceso legal en su contra y fue preso un año por vender carne de res, producto que nunca comercializó según indicó. Luego de ese tiempo, le dieron un 15 días para salir ya que su vida corría peligro. «Te mandaban preso por estar en contra de una dictadura, no querían que nos manifestáramos. Tuve que irme porque si caía preso de nuevo, me iban a matar en la cárcel», expresó.
Eddie logró contactarse con un amigo que vivía en Uruguay y emprendió su viaje a ese país, donde tampoco la tuvo fácil, pero quedó anonadado por el trato que recibió. «Uno se queda asombrado de ver que te reciben tan bien, está el miedo de uno por no saber cuanto hay que pagar por las cosas», dijo.
Rememoró que tuvo un percance mientras trabajaba en una estancia y tuvo que ir al hospital, donde le recetaron medicamentos que pensó que debía pagarlos. Como no tenía el dinero, simplemente guardó la receta hasta que su jefe le preguntó que le habían dicho los médicos; Eddie respondió que le dieron que necesitaba unos remedios pero guardo la prescripción y su jefe exclamó que no debía pagar nada, pues también le otorgarían fármacos en el centro de salud.
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«En Cuba te atienden gratis, pero pagas todos los remedios. Yo no pensé que me iban a regalar los medicamentos. Todas las mentiras que nos meten a nosotros en Cuba que salimos con miedo del país, porque no teníamos el acceso a la información mediante Internet y así fui aprendiendo a vivir en libertad y es por eso que cada día quiero a una Cuba libre», manifestó.
La llegada de Rodríguez a Paraguay se dio hace apenas unas semanas, ya que en noviembre del 2019 le retiraron todos sus documentos y le negaron el refugio político en Uruguay, pues no reconocen a Cuba como una dictadura. «Yo pertenecía al Partido Blanco en Uruguay y por tanto me decían que mi situación se iba a solucionar cosa que no sucedió. Uruguay a ningún cubano le ha dado refugio, con 15 años de la izquierda al mando. Por eso vine a Paraguay, no podía trabajar por no tener documentos y vine con mi esposa, ella podía trabajar y pero yo no», agregó.
Eddie recibió la llamada de Carlos para que venga con su esposa al país, su motivación fue poder ayudar a sus dos hijos y su madre de 76 años, quienes aún residen en Cuba y no ve hace cuatro años. «En Cuba a nadie le alcanza lo que gana. Hay muchos cubanos que tienen que salir obligados del país para que su familia no muera de hambre. El dinero que tú ganas no te sirve para comprar en las tiendas, sirve apenas para comprar tickets de bus. Si no tienes un familiar afuera no comes», remarcó.
Por otra parte, a pesar de que ambos ya no residen en Cuba, Carlos Carrera explicó que al ser ambos opositores continúan recibiendo amenazas desde su país de origen, al ser intimidados con sus familiares de allá. También en Paraguay recibieron mensajes de ultimátum desde números desconocidos. «Pero como no vamos a Cuba, son amenazas baratas. Sabemos que si entramos a Cuba lo mínimo sería ir presos», expresó.
Activismo en el país
Carrera recordó que cuando llegó desde Cuba, hace seis años, mucha gente con la que conversó se mostraba sorprendida ya que se veía a su nación como una potencia en salud y educación, por lo cual no entendían el motivo de su migración; incluso le decían que en lugares como en Venezuela se tenía una situación peor. Además, en aquel entonces, aún no habían muchas personas de su misma nacionalidad en el país.
Sin embargo, esto de a poco va cambiando, pues a pesar de no contar aún con un apoyo masivo de los paraguayos, cada vez sienten más el apoyo mediante redes sociales y se suman más personas a las actividades realizadas por los cubanos que protestan contra el régimen castrista.
«Ahora, Paraguay sabe lo que pasa en Cuba, en una actividad en la Costanera, la gente aplaudía y gritaban Cuba Libre. Éramos más de 100 manifestantes, fue algo impresionante. Necesitamos apoyo de la prensa y del propio pueblo paraguayo», remarcó.

La convocatoria más próxima de los cubanos opositores en Paraguay es para este domingo 25 de julio, donde realizarán otra caravana por la Costanera de Asunción desde las 14:00. Esta actividad será en simultáneo con otros países, donde los cubanos también se movilizarán por la libertad de Cuba.
«Esperemos que recibamos más apoyo de todos. Salgan y apoyen, mediante redes sociales o sumándose en las manifestaciones si pueden», finalizó Carlos.
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