Hace unos meses, el nombre de Vicente «Jakare» Saenger era prácticamente desconocido para la mayoría de los paraguayos. Sin embargo, el «Jaka» hizo historia en las redes sociales por un live de Instagram que rompió récords de audiencia, llegando a ser tendencia mundial en Twitter.

Es un ejemplo de que la popularidad en redes sociales puede servir para buenas causas. Para poner un poco de contexto, el desafío del lunes era superar los 30.000 espectadores en su transmisión en vivo luego de que Freddy Vera, por ego, lo retara a romper la marca. Si lo lograba, el mediático le pagaría G. 1.000.000.
El futbolista Derlis González y el empresario Regis Marques anunciaron que aportarían el mismo monto si el hombre superaba la cantidad mencionada. Saenger aceptó el reto y dijo que donaría los G. 3.000.000 a quienes realizan ollas populares, método por el cuál muchas familias hoy acceden a un plato de comida por no tener ingresos, a consecuencia de la crisis desatada por el coronavirus.
Finalmente, Vicente superó la meta en cuestión de minutos y alcanzó un pico de 165.000 personas en el live. Esta cifra es una de las mayores que se registró en la plataforma de Mark Zuckerberg; inclusive hoy los tenistas Rafael Nadal y Roger Federer, con una rivalidad histórica en el deporte, realizaron un vivo por la misma red social y lograron convocar a 49.000 seguidores.
Tal vez el Jaka no sea perfecto, ni el más simpático, capaz no siempre tenga los comentarios más acertados, sin embargo, se nota en él algo que muchos realizadores de contenidos paraguayos carecen: la autenticidad.
Oriundo de San Juan Nepomuceno, por lo que se nota en sus publicaciones, es de origen humilde y, sin embargo, no se aprovechó de esta situación para su beneficio propio.
Que alguien popular en redes sociales use su figura para causas nobles nunca será malo, al contrario, tienen que hacerlo más a menudo. La existencia de los influencers, por catalogarlo de alguna manera, no debe hacerse de menos o satanizarse, al menos que de verdad tengan conductas reprochables.
Jaka es un respiro en medio de tanto estrés que causa el aislamiento social por el #COVID19, la crisis económica y los problemas cotidanos con los que lidiamos. Porque sí, a veces solo se necesita un celular e Internet para, irónicamente, desconectarnos de los problemas y entretenernos para pasar un buen rato.